Un radiador es un elemento físico, sin partes móviles ni llamas, destinado al aporte de calor de algún elemento o estancia. Cuando el elemento tiene la función contraria se denomina disipador.
La emisión (o disipación) de calor de un radiador, depende de la diferencia de temperatura entre sus superficie y el ambiente que lo rodea y de la cantidad de superficie en contacto con ese ambiente. A mayor superficie de intercambio y mayor diferencia de temperatura, mayor es el intercambio.
La diferencia entre un radiador y una estufa es que en el radiador no hay combustión directa, viniendo el aporte de calor del exterior por una red de tuberías de agua calentada en una caldera situada en otro lugar.
A menudo se llama radiador a un aparato que se calienta por una resistencia eléctrica, pero de acuerdo con la definición anterior, esto sería una estufa, pues produce su propio calor. En este caso no hay emisión de gases u otras sustancias, al menos en el lugar donde se consume la energía, pero sí puede haberla, e importante, en el lugar de producción de la energía eléctrica.
Cuando a un radiador se le añade un ventilador para acelerar su acción, se denomina calefactor.